domingo, agosto 28, 2005

Historia: El templo de Artemisa




La verdad es que las ganas de ser famoso pueden convertir a las personas en psicópatas verdaderamente peligrosos. La fama es como una droga cuyos yonkis son temerarios y rastreros; lo vemos casi a diario en la maldita tele, pero no penséis que eso es patrimonio de nuestros tiempos modernos, para nada. La historia de hoy se las trae... no adelanto acontecimientos.

La historia del Templo de Artemisa comienza en la península helénica como la de casi todas las maravillas del mundo antiguo, concretamente en la ciudad de Éfeso a orillas de mar Jónico, ciudad bonita y coqueta junto al río Meandro a mediados del siglo VI A.C.

Éfeso fue una ciudad fiel al culto de la Diosa Artemisa (de la que ya os hablaré en la sección de mitología a su debido tiempo), de momento os diré que era una diosa cazadora y salvaje, siempre con su arco para cazar, llamada Diana por los romanos (de ahí que las dianas de tirar se llamen así)

Mucho antes de la historia que hoy nos ocupa la ciudad ya tenía un templo dedicado a Artemisa muy coqueto, el problema es que fue destruído por los sumerios en el siglo VII A.C. y la ciudad se había quedado sin su templo para su diosa favorita.

En los años que nos ocupan la Jonia había pasado a manos de Creso, el rey de Lidia (ese zumbado que empezó a usar discos de metal llamados creseidas para pagar las cosas, vaya colgado). Pese a sus extravagancias en su defensa hay que decir que era un tipo muy precupado por el arte y era un protector de artistas y científicos. Incluso el propio Esopo había pasado por la corte invitado por el rey. Creso estaba maravillado con las pirámides, vaya pasada; pues nosotros también tendremos un templo que va a partir la pana, a ver qué va a pasar aquí. Todos iban a arrimar el hombro, incluso se hizo una suscripción para que todos los ciudadanos aportaran lo que pudieran para el templo.

Finalmente se construye el templo y se contrata a Escopas para las esculturas, tenía el templo 127 columnas de 20 metros de alto, para la época era algo absolutamente bestial. Durante 2 siglos Éfeso tuvo el maravilloso templo para que todo el mundo lo viera y para gloria de Artemisa (no se nos olvide), pero ahora llegamos al punto del que hablaba al principio.

El templo fue destruído, pero no por una invasión extranjera con saqueo incluído, ni por un terremoto de Poseidón, ni por una revuelta popular... fue un incendio provocado por un pastor llamado Eróstrato. El motivo no era protesta, ni venganza, ni negligencia el motivo no era otro que SER FAMOSO, alucina vecina. Algunas cosas no cambian se ve que no hemos avanzado mucho en ese aspecto desde entonces. O sea que el nota quería ser famoso y que su nombre se recordara, y de hecho lo consiguió.

El templo quedó hecho polvo durante 20 años hasta que llegó Alejandro Magno por allí. Estuvo viviendo en la ciudad algún tiempo y quiso saber qué había pasado con el templo, se lo explicaron y se daba la circunstancia de que fue destruído la misma noche de su nacimiento. Alejandro Magno (que era un gran emperador pero tenía neuras muy raras) entendió que eso era una especie de señal o premonición y mandó construir otro (ya van tres) y le puso un retrato suyo del pintor griego Apeles (ha triunfado el nota con el nombrecito). Para nada era como el templo anterior, pero al menos tenían templo, de hecho se puede visitar



Templo de Artemisa en la actualidad, le hacen falta unos arreglillos


Supongo que si existe una moraleja en esta historia es que por mucho que se esfuercen las personas en hacer cosas buenas, siempre llega un idiota y lo fastidia todo. Lo malo es que no aprendemos nunca.

3 comentarios:

  1. Anónimo9:55 p. m.

    Pues la verdad es que no hemos avanzado mucho en la busqueda de la fama, como notables ejemplos lo indica: Bin Laden, Jose Maria Aznar (un enano prepotente que solo buscaba su gloria personal, y está ampliamente demostrado.)Ni tampoco en lo referente a las neuras(como la de Bush con Sadam)

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  2. Anónimo1:09 p. m.

    Esa actitud a mí me recuerda al asesinato de John Lennon. Qué lamentable.

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  3. Anónimo6:40 p. m.

    Pues para ser exactos va a ser que esa foto no es del Templo de Artemisa en Éfeso al que hace referencia el texto y del cual apenas quedan unos objetos en el museo británico tras el redescubrimiento de los restos en una expedición liderada por John Turtle Wood en 1869 y patrocinada por este museo.

    De hecho, actualmente, sólo queda una columna.

    Aparte de eso, buen artículo, bastante fiel a la historia y con mucho sentido del humor.

    Justo lo contrario que el de juanito. ¿Por qué será que algunas personas aprovechan cualquier medio para expresar opiniones que aunque infundadas son lícitas, pero no vienen a cuento en el contexto en que lo hacen? ¿Por qué nos encontramos descalificaciones e insultos, opiniones políticas y propaganda en artículos sobre arte, historia, ciencia-ficción y hasta los comentarios del e-mule? ¿Por qué casi siempre son de gente que se suele autodenominar progresista, democrática y liberal, pero que suele emplear la violencia, al menos, verbal? ¿Por qué, además, no emplean argumentos, como si su verdad verdadera fuera auténtica y los que no la compartimos no mereciéramos una explicación?

    Es cierto. NO hemos avanzado.

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