Discazos imprescindibles: Bienvenidos a la jungla californiana

Guns and Roses tenían todas las papeletas para convertirse
en una banda de éxito: alcohol, sexo, drogas, excesos...
estaban inmersos en la onda destructiva y autocomplaciente del éxito;
los macroconciertos y las historias escabrosas de la que ninguna banda
que represente el mito del sueño americano se librará
jamás. Cinco chicos fuera del sistema liderados por Axl Rose,
un cantante de voz rota y estrafalaria indumentaria cuyo cuerpo,
totalmente cubierto de tatuajes complementaba su melena rubia
y su carisma.
Le acompañaba Slash, un guitarrista asombroso. Sin duda de lo mejor
visto en muchísimo tiempo, con su porte greñudo y
descuidado que ataviaba con un sombrero de copa que le daba
aires de misterio.
Completaban la formación Steven Adler
(antes de ser sustituido por Matt Sorum),
Izzy Strandlin y un bajista con nombre de cerveza de
dibujos animados, Duff McKagan.
En 1988 aparecía Appetitte for Destruction, una colección de doce
temas de rock duro, directo a las entrañas sin pasar por la
casilla de salida y sin cobrar las 20.000 pesetas, un trabajo visceral
crudo, tocado a cañón caliente y sin tapujos que se ha
ganado por méritos propios entrar a formar parte de la galería
de obras maestras y que le dio a Guns and Roses el pase para formar parte
del Olimpo de los dioses del rock.

Abre el disco uno de los himnos de la banda
Welcome to the jungle,
que habla de las drogas y el exceso

Somos la gente que puede encontrar lo que necesitas / si tienes dinero cariño, tienes tu enfermedad
Puedes probar las luces brillantes,
pero no las conseguirás gratis.

También habla de la adicción

Bienvenido a la jungla, mírala traerte de rodillas. Puedes tener lo que quieras pero mejor no tomes de lo mío.

Axl Rose canta esto mientras suenan las guitarras autoritarias y arrastradas; es una canción con mucha fuerza que da aviso a lo que nos espera después.

Sigue el disco con Its so easy, que va del simple sonido de una guitarra tocada sólo con una cuerda a la aparición del redoble de batería para desembocar en un estruendoso riff que acompaña toda la canción. Es una de esas canciones a las que uno no presta demasiada atención hasta que no la oye otras veces, pero es cañera, muy cañera.

Le sigue Nightrain que desde el principio marca un riff pegadizo y tarareable, en la que Axl canta con su voz rota y se siente imparable y a la vez drogado:

Cargado como un tren de carga, volando como un aeroplano, Estoy en un tren nocturno listo para chocar y arder.

La pieza es una auténtica maravilla, en un principio no parece que vaya a ofrecer nada especial hasta más o menos la mitad de la canción; es justo entonces cuando Slash empieza el solo que da paso al final, con Axl cantando en un tono altísimo y poniendo toda la carne en el asador, la melodía que sigue frenética y el punteo de Slash de fondo, todo perfectamente conjuntado hace que realmente te llegue, cada nota de Slash es un puñal que se te clava dentro y la voz de Axl la sal que te hace escocer las heridas, una canción que engancha y no te cansas de poner.

Out ta get me no es una canción que destaque por encima de las demás, pero tampoco desmerece en ningún momento, tiene un recorrido de rock americano muy clásico; con una secuencia de acordes muy amplia y estudiada, un solo muy limpio y un estribillo que no es difícil de recordar gracias a los coros que acompañan a Axl, tal vez se podría clasificar como un tema puente para el ramillete de excelentes canciones que vienen después.

Mr Brownstone abre con su característica batería acompañada de unos crujientes guitarreos de ida vuelta por todo el mástil. En conjunto resulta una canción aparatosa y recargada que se desarrolla sin contemplaciones y en la que Rose habla sin tapujos
Me levanto sobre las siete, salgo de la cama sobre las nueve / no me preocupo de nada porque preocuparse es una pérdida de tiempo (vaya declaración de intenciones ¿no?). Tema descarriado para una banda de descarriados.

Inmediatamente suenan las notas amables de Paradise City, una canción que tradicionalmente ha cerrado los directos del grupo durante bastante tiempo. La canción se va transformando de la guitarra inicial a una dinámica casi punk y con guitarreos brutales y líneas rítmicas que no dan ni un momento de descanso, muy bueno para animar a bailar al respetable en las larguísimas giras en las que los californianos se han visto inmersos. La canción nos cuenta el desencanto de la realidad de las grandes urbes americanas y su pobreza y marginalidad.

My Michelle es una canción bastante especial, habla de la desgracia de una chica desamparada:

Papá trabaja en el porno, ahora esa mamá no está por aquí / solía amar su heroína y ahora está bajo tierra.

Todo eso con un ritmo muy personal y con un sonido muy limpio; cuando ves el título de la canción y oyes la dulce introducción musical de guitarras piensas que te vas a encontrar con una balada dulzona, pero a cambio oyes una historia cruel e injusta:

Corriéndote tus juergas en las lujurias de otros; ayer fue martes, quizá el jueves puedas dormir


El estribillo que también pone guinda final en la canción es verdaderamente bestial.

I think about you es todo un pelotazo de energía, una pugna constante de los dos guitarristas por mandar en la melodía en la que ninguno da su brazo a torcer. El resultado es una espiral frenética de guitarreos asfixiantes en la que se cuenta una historia de amor pasada de la que aún se tienen buenos recuerdos


y sé que nunca lo olvidaré, es la mejor época que puedo recordar

Casi todos los fans de Guns and Roses tienden a reprocharles a los que no lo son sobre el éxito de Sweet Child O Mine; por regla general los fans comentan que GnR tiene grandes canciones y que los que no conocen la discografía de la banda sólo reconocen los méritos del que ya es un himno para toda una generación, argumentan que es injusto que sólo destaquen una canción por encima de todas las demás grandes canciones de Guns and Roses e invitan no siempre con éxito a que oigan algo más del repertorio del grupo. Los fans tienen bastante razón; GnR no es sólo Sweet Child O Mine, ni muchísimo menos; pero hay que reconocer que la canción es una pasada; el riff que abre la pieza, acampanado e inconfundible, la cadencia del sonido de la canción, un estribillo agradable a la vez que fuerte y el buen hacer de Slash, tanto en el puente como en el magnífico solo sin olvidarnos del gran final en donde los cinco miembros son sólo uno... se podría hablar de este tema sin cansarnos de oir sus diferentes versiones (entre ellas las de gente tan dispar como Sheryl Crow o Dinamite Boy). Esta canción se ha convertido en un himno que ha traspasado fronteras y sería injusto no recordarlo, al mismo tiempo que sería injusto que se quedara en una simple canción del recopilatorio de canal teletienda.

Cuando parece que el disco no va a dar más de sí hace aparición You are crazy que no da tregua en ningún momento con su construcción punkarra y furiosa, es una canción de constantes reproches

He estado buscando una señal / buscando un corazón / buscando una amante en un mundo demasiado oscuro / Tú no quieres mi amor tú quieres satisfacción.

Con este tema el grupo parece querer recordar a todos que siguen siendo una banda de rock salvaje.

Anything Goes es una canción sin grandes pretensiones en la que Axl Rose habla sin tapujos sobre sexo, como ya lo hiciera en otros temas con las drogas. Tiene un estribillo bastante aceptable y una instrumentación muy correcta.

Rocket Queen es la canción más difícil de entender del disco, empieza con un ritmo fuerte sombreado de hip hop para pasar al rock o a la balada en algunos momentos, es una canción larga y difícil de clasificar; aún así hay que darle un par de oportunidades, una vez hecho esto te econtrarás partes encandiladoras.

En resumidas cuentas nos encontramos ante el que probablemente sea el disco más completo de la banda que resucitó al rock duro y le dio nueva indentidad e iconografía cuando parecía que nadie haría sombra a Van Halen. Pero seamos justos, los cinco monstruosos macarras nos siguieron brindando temas inolvidables desde increíbles derroches de adrenalina (Back off Bitch, You could be mine...) hasta baladas deliciosas e increíblemente conmovedoras como Dont cry y por supuesto November Rain, una de las mejores composiciones de la historia del rock.




El futuro es incierto para la banda, el proyecto de Axl Rose sin los músicos de GnR no aparece del todo claro pese a insistentes amagos e incluso la aparición de un single (o al menos eso tengo entendido) y el proyecto de Velvet Revolver pese a brindarnos buen material no termina de convencer a muchos; por eso tendremos que viajar alguna vez por la jungla californiana mientras nos invaden las ansias de destrucción para escapar del bochornoso escaparate musical al que asistimos y al que lentamente nos empezamos a acostumbrar, claro que mientras tengamos a mano discos como Appetitte for Destruction podremos dar gracias al cielo... o al infierno.