Historia: Los piratas buenos del Índico

Holita a todos, como alguien ya me lo pidió alguna vez les cuento la historia de los piratas buenos, debo decir antes de empezar que no recuerdo bien donde leí esta historia así que es posible que me bailen fechas o nombres; en cualquier caso lo importante es la esencia.

Ubicamos la acción en los albores del siglo XVII, nuestro primer protagonista es el fraile Caracciolo. El fraile en cuestión era un poco prenda y le gustaban más las juergas que a un tonto un lápiz pero el tío era listo e idealista también; creía en la utopía de Tomás Moro y anhelaba una república en la que los ciudadanos fueran libres e iguales ante la ley. Un buen día que andaba de cachondeo por ahí se topó con un joven marino francés llamado Misson, bastante joven y bastante culto que también soñaba con un mundo mejor y el fraile empezó a comerle el coco diciéndole que sí que el sueño podía hacerse realidad con un poco de empeño, que todo es empezar y ponerse hasta que el marino accedió y le propuso embarcarse en su barco.

Navegaron por las Antillas hasta que se toparon con los ingleses y tuvieron una pequeña escaramuza con el resultado de la muerte del capitán del barco (que si no recuerdo mal se llamaba Fourbin o algo así, perdonen las imprecisiones) así que como necesitaban capitán el fraile convenció con su oratoria a todos los presentes y propuso a Misson para el puesto de capitán y ya puestos dedicarse al pillaje y a pasar del rey de Francia y de la madre que lo parió.

Pues así que tenemos a un fraile metido a ideólogo de una banda de piratas que desertan de la armada real francesa y además sin bandera pirata, porque no izaron el Jolly Roger, izaron una sábana blanca con un emblema por la libertad y se encaminaron al Indico para hacer realidad esa utopía. Como el camino es muy largo el fraile Caracciolo escribió unas pequeñas leyes y un código de conducta que prohibía blasfemar, el maltrato a las mujeres, la tortura a los prisioneros y en general obligaba a ser temerosos del altísimo y piadosos (deformación profesional supongo). Eran piratas sí, pero buena gente, si abordaban un barco sólo se aprovisionaban y reclutaban a los piratas que quisieran unirse a ellos en sus andanzas, si el barco era de prisioneros los liberaban y reclutaban a los posibles nuevos amigos y no mataban a nadie a no ser que su vida corriera peligro.

Caracciolo aprovechaba el viaje también para adoctrinar y enseñar a los nuevos amigos de la causa a leer, escribir, sumar, restar, multiplicar, dividir y demás cosas de la formación básica de la época. Los piratas sentados en pupitres haciendo cuadernillos Rubio...

Total que por fin se asentaron en Madagascar y fundaron Libertatia una república de hombres libres e iguales ante la ley, donde todo se compartía (estaba abolida la propiedad privada) y donde aunque parezca mentira los piratas se comportaron bastante bien y respetaban las leyes. Se defendían de posibles ataques enemigos con un pequeño ejército que crearon de corsarios y contrabandistas y todas las ganancias los botines (no dejaban de ser piratas) eran repartidas de forma más o menos equitativa. Pasó el tiempo y Libertatia se convirtió en un refugio de piratas donde acudieron corsarios famosos en todo el mundo, como Thomas Tew que se unió unos años a la aventura convirtiéndose en un destacado miembro de la comunidad.

Tal vez no lo crean pero el tema este duró 20 añitos, claro que pasó lo que tenía que pasar: Caracciolo y Misson se hicieron mayores y no tenían la fuerza y el convencimiento de antaño, los primeros piratas fundadores de Libertatia también se fueron muriendo y a los nuevos piratas aquello les parecía una patochada, no creían en la libertad ni en la igualdad como los ideólogos del tema y los indígenas malgaches que andaban por allí estaban algo mosqueados también con tanto rezar los domingos y tanto repartir y compartir y tanto escuchar las opiniones de todos y respetar a las mujeres y no poder acuchillar a alguien si te hace algo malo, etc...

Un día estalló la revuelta y tuvieron que poner pies en polvorosa los pocos fieles a la república; el capitán Caracciolo murió allí mismo degollado, Misson, Thomas Tew (que pese a ser un famoso pirata de la época creía en la causa) y algunos fieles más huyeron en un barco; pero todo había cambiado porque de ser piratas idealistas habían pasado a ser piratas proscritos tanto entre las marinas de todos los países del mundo como entre los propios piratas. El capitán francés murió en una tormenta y el inglés Tomas Tew murió de un arcabuzazo en el estómago en un abordaje a la desesperada en el mar rojo.

Y esa es la historia de los piratas buenos del Océano Indico.