Estimado Guionista:

De entrada sepa que le tengo cierta envidia, sana que conste, hacer guiones para la tele debe ser sufrido pero intuyo que gratificante; eso de que millones de personas se traguen tus paridas debe ser muy divertido.

Quisiera proponerle un pequeño juego, le voy a poner unos personajes de series de éxito en TV y les voy a describir un poquito. A lo mejor se pregunta que a qué narices viene todo esto, tranquilo tranquilo déjeme hacer:

Lola Mingo (Paz Padilla. Mis adorables vecinos):

Gritona, histérica, vulgar; el tipo de persona que te abochorna que esté a tu lado. Inculta como ella sola, poseedora de una fortuna con la que se ha topado y que ni ella misma se cree cómo. Es envidiosa y cotilla. La actriz es una humorista gaditana.

Emilio (Fernando Tejero. Aquí no hay quién viva):

El portero de un edificio que gana 400 euros al mes. Graciosillo (bueno o eso creo porque la serie no tiene ni puta gracia la verdad), vive en una portería paupérrima con su padre, un personajazo de los buenos; chulesco y socarrón; que da la impresión de que no ha vivido tiempos mucho mejores. Va siempre pasando una fregona y haciendo los que a los vecinos de la comunidad se les vaya antojando. Va con cara de tonto por todas partes y no es lo que se dice un tipo ilustrado, desde luego. El actor que lo encarna es bilbaíno de nacimiento pero cordobés de adopción.

La criada de Ana y los siete (no sé quién la interpreta, ni siquiera el nombre del personaje)

Cotilla y envidiosa. Ah y también inculta por supuesto.

Paquillo (Los serrano)

Camarero de una taberna que pese a lo que digan en la serie, es de postín. La taberna da para mantener a una familia con 5 hijos (si bien tienen dos sueldos) en una casa de dos plantas con jardín, dicha taberna está regentada por dos hermanos que se supone que van a medias; en un capítulo se sabe que uno de ellos tiene más de 100 millones de pesetas en el banco. Los hermanos están casados con sendas profesoras de primaria (vamos que pelados no andan digo yo) y en ocasiones han acudido al teatro, al ballet y se permiten ser socios de un equipo de fútbol de primera división, con lo que cuesta un abono.

El camarero Paquillo no tiene contrato en la taberna pese a todo esto, va con media camisa desabrochada luciendo una cadena de oro al más puro estilo charro. Tiene un aire chulesco que tira para atrás y va siempre soltando piropos a todas las mujeres a las que sirve una caña o un platito de jamón.

No entraré en la diferencia de trato en la serie a hombres y mujeres, no es el objetivo de nuestro juego.


La Juani (Luisa Martín. Médico de familia):

De entrada fíjese señor guionista en el nombre, La Juani, no Juani sino La Juani. Ese LA es muy importante para saber a quién nos estamos refiriendo claro porque el resto de personajes son llamados sin artículos: Nacho, Alicia, Chechu incluso Señor Manolo. La chacha de un médico de clase burguesa que no tiene el graduado escolar (en un capítulo se examina y finalmente lo consigue) cría a los hijos del médico como si fueran suyos y tiene la desfachatez de llevar una goma de colorines cogiéndole una especie de moño. Va con trajes comprados en mercadillos y su novio trabaja en un garaje. El susodicho novio es un caradura que se mete en la casa a beberse la cerveza del médico y a gorronear en sus almuerzos (aunque claro si no sacaran tanta comida porque hasta en el desayuno tenían las latas de fabada que vamos yo creo que la serie la retiraron por ilegalidades publicitarias)

Probablemente haya más, pero creo que estos ejemplos son más representativos.

Bien estimado guionista ahora tengo que preguntarle yo ¿qué tienen en común estos personajes? Pues que son andaluces. Verá usted señor guionista yo no tengo nada en contra de los madrileños (las series se suelen desarrollar todas en Madrid) me gustaría saber qué tiene usted en contra de los andaluces, porque la verdad nos siguen pintando de inútiles, graciosillos, incultos, supersticiosos y adaptados al servilismo de los burgueses de la capital. No he visto ninguna serie de TV en la que un médico o un abogado sea andaluz, todo lo más a Pepón Nieto hacer de policía bobo en Los hombres de Paco y en Periodistas donde por supuesto era el tonto de la redacción (que manda huevos ser el tonto de una redacción bajo la dirección de José Coronado) y poquito más. Ah Esther Arroyo estaba en la serie, claro que con lo potable que está como para quitarla, no la vería ni Cristo.

Es curioso porque los tiempos del latifundio creo que quedaron lejos: Andalucía genera una cantidad de ingresos que ya quisieran otras comunidades. Nuestro actor más internacional es malagueño, el actual campeón de la liga ACB tiene el respaldo de una entidad bancaria andaluza, el supercampeón de Europa es un club andaluz... la verdad no sé el por qué de ese empeño en estancarnos en los tiempos de terratenientes y señoritos a caballo. Porque servidor es andaluz y sé leer, y escribir, si fui al colegio y todo y este blog lo he escrito yo solito. Y oigan que no soy un caso excepcional, que hay mucha gente en Andalucía que sabe. Palabrita del niño Jesús que no les miento.

Al fin y al cabo casi les entiendo por que... total de Andalucía sólo han salido Federico García Lorca, Antonio Machado, Rafael Alberti, Vicente Alexaindre (ostia que este ganó un Nobel, bah sería robado ya se sabe estos andaluces...), Pablo Picasso, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez (otro con un Nobel, seguro que es compinche del otro) total nada del otro mundo, si ya ves hemos tenido en la democracia 5 presidentes porque uno que es precisamente el que más tiempo estuvo en el poder sea andaluz... eso no significa nada.

No hablo de orgullo patrio ni nada parecido pero piensen un poquito y si realmente tienen talento serán capaces de huir de los tópicos que entre algunas series y las películas que ponía Parada en Cine de barrio la diferencia es mínima oigan, mínima.

Tal vez alguna vez necesiten buscar trabajo en la radio por si acaso no vayan a pedírselo a Carlos Herrera que es de un pueblo de Almería ni a Jesús Hermida que es Onubense. No he nombrado a Séneca, y me pregunto si debería porque aunque fuera de la época de los romanos al fin y al cabo ustedes se empeñan en retratarnos como si viviéramos todavía en esos años.