Las Malditas Comparaciones

Pase el tiempo que pase hay temas de discusión que siempre estarán presentes, aunque cambien los protagonistas; si bien ya se acusó a Héroes del Silencio de parecerse demasiado a Danza Invisible o más adelante a The Doors (comparación que nunca he terminado de comprender) o a Lou Reed de imitar a David Bowie en alguno de sus discos, en nuestro panorama nacional hay una comparación que desde luego no deja indiferente a ningún aficionado al rock patrio: el gran parecido casual o no de Extremoduro y Marea. Unos son una banda consolidada de irrefrenable urbanidad y con muchísima carretera a sus espaldas, con varios discos de estudio propios, un directo de grandísima calidad, además del proyecto Pedrá, amén de otros recopilatorios oportunistas más producto de los chanchullos de las discográficas que de la propia voluntad de Robe y una sesión de maquetas que salió a la luz sin el permiso del grupo (En Directo Maquetas 90), y es que Extremoduro tuvo comienzos muy duros. Otros son un grupo venido de la franja norte del país como tantos otros (Barricada, Platero y Tú, Siniestro Total...), con cuatro discos de bastante calidad (aunque el último me parece bastante flojito) pero con la desventaja de llegar el último y ver que todos han terminado su plato, aunque también tienen la ventaja de ser la novedad, cuando parecía que ningún grupo de rock urbano llegaría al gran público Marea lo está consiguiendo poco a poco, qué digo, ya lo ha conseguido uniéndose así a los propios Extremoduro, Rosendo, Platero, Fito... todo un logro teniendo en cuenta los tiempos que corren.
Pero he aquí el gran dilema, ¿hasta qué punto es meritorio el éxito de Marea? Las comparaciones son odiosas pero inevitables, desde las voces de Kutxi y Robe que son muy parecidas (por momentos son difíciles de distinguir en la colaboración de Robe en En tu agujero), hasta la forma de hacer las letras: desgarradas, con un punto de poesía y otro de canallada, donde se encadenan dos versos maravillosos con una retahíla de tacos, letras de avenidas, parques, estaciones de metro, semáforos... y por supuesto el guitarreo constante hacen sospechar que la clonación está servida y caliente esperando a que el mercado se ponga las botas.
No es menos cierto que existen diferencias, que Marea está influenciado por los Extremeños y eso lo hace notar en sus discos, pero que también tienen su propia forma de hacer las cosas. Básicamente el éxito de Marea se debe a su frescura, son canciones de un estilo que no es nuevo pero que gusta y que no están tan escuchadas como otros grupos que a pesar de seguir gustándonos oímos con menos frecuencia ya que hemos puesto sus discos un montón de veces. También se debe Marea a su forma de tocar: caña, caña y más caña, con canciones casi siempre muy rápidas y con solos brutales para rematar la faena (dicho sea de paso, son solos muy buenos), acompañando a la voz rota pero enérgica de Kutxi Romero y con una batería autoritaria y contundente.
Mirando las diferencias y similitudes de los dos grupos, yo lo tengo claro: Extremoduro tiene más calidad en cuanto a melodía: juega más con los bajos, con las bases rítmicas y se preocupa más por la música que Marea que se limita a 4 o 5 acordes ruidosos para meterle un punteo al final. También Extremoduro apunta mejores maneras haciendo letras, aunque Kutxi también hace letras muy buenas, a veces si es verdad que se repite un poco con eso del poeta de mierda (Marea), poetas de bragueta y revolcón (Corazón de mimbre) y algunas cosas por el estilo, pero no es el primero que le pasa eso ni será el último.
En conclusión, para escuchar un rock visceral y duro, una bocanada de aire fresco para los oídos ávidos de un directo a la mandíbula Marea es una buena opción; pero si se quiere escuchar un rock más elaborado, más maduro y con solera es preferible Extremoduro, tiene todo lo que se puede desear en ese sentido. De hecho hoy por hoy para mí Extremoduro son superiores a Marea en la mayoría de los sentidos, pero Marea tiene una frescura que los hace atractivos. Juzguen ustedes mismos.