En la tele hay pufos

Nuestra amiga en Mira quién baila. Fuente imprescindible de sapiencia.


Lo primero que debo hacer es, por si no son futboleros, explicar qué es un pufo. Bien un pufo es un fichaje decepcionante, innecesario y que muchas veces trae problemas por su elevado sueldo en comparación a su bajo rendimiento.

No, no, no se vayan; no voy a hablar de fútbol, aunque me gusta creo que se habla demasiado en este país de fútbol y además de forma poco imparcial. Ejemplos de pufos famosos en el fútbol pueden ser Tren Valencia, Robert Prosinecki, Rochemback, Dugarry...

Bueno me estoy desviando, el caso es que la tele también ha tenido sus pufos. Uno de los más sonados (tal vez porque fue de los primeros) fue el de Miriam Díaz Aroca. Más o menos lo que pasó fue lo siguiente:

Miriam tras hacer de reportera en el programa de Jesús Hermida (es licenciada en periodismo) y trabajar con Javier Basilio acepta un reto muy importante: un programa infantil conducido por ella. El programa en cuestión era cajón desastre y era el año 1987. Dicho programa contaba por cierto con mis adorados genios del humor Faemino y Cansado. Grandes.

El caso es que parecía funcionar el tema, la fórmula importada presuntamente desde Brasil tía buena-programa para niños parecía tener tirón. A lo mejor por eso ahora soy un obseso o tal vez por eso a los padres les entraron unas ganas tan grandes de ver la tele con sus pequeños. A lo mejor.

Pues resulta que Felipe González en el año 1989 concede tres licencias de televisión para liberalizar el sector, la competencia había llegado a la tele y con ello la guerra de las audiencias, no voy a profundizar mucho en el tema de la tele de esos años pues las pesadillas catódicas o los homenajes a Lazarov pueden seguirlos si gustan en la Pradera sin Ley o en el Higroblog. Yo lo hago.

Las cadenas privadas inician su andadura a principio de los 90 y es hora de espabilar, así que Televisión Española ni corta ni perezosa ató a MDA con un contratazo de padre y muy señor mío y le empezó a asignar programas más ambiciosos. Entre otros:

Noches de gala (junto a Joaquín Prat) Duró poco y era un programa nocturno de actuaciones y bailes al uso. Nada arriesgado.
Lo mejor de cada - No lo recuerdo
No te rías que es peor - Su paso fue efímero
Desde Lepe con Humor - Programa de humor desde Lepe, abochornante
Aquí jugamos todos - concurso donde el público era el que contestaba a las preguntas con el mando, recuerdo la grata etapa de Ramón García (que no lo hacía mal, en su línea de presentador familiar) pero la de ella fue un espejismo.
Al agua patos - concurso infantil con una piscina. Al menos salía en bañador.

No sé si recuerdan ustedes mis apreciados lectores estos programas o al menos su paso por ellos, yo a duras penas (saqué los datos de su página web) y el motivo no es otro que la contínua cancelación de estos o de su sustitución por otro presentador. El contratazo de MDA era una ruina porque era de exclusividad y por lo tanto más costoso y despedirla provocaría una indemnización de agárrate los empastes. Todo un despilfarro.

Mención aparte merece el 1,2,3 cuando lo presentó durante dos temporadas con Jordi Estadella, tenía una sección propia en la que se vestía de payaso y incitaba a la gente a poner muecas graciosas. Buscando en el imdb vean este enlace donde viene como presentadora y El payaso sin nombre; me he reído cantidad jajajajajaaja

Lo más curioso es que siguió su carrera con relativo éxito, interviniendo en series como Aladina, La casa de los líos (muy exitosa aunque nunca entendí por qué) y en películas como Tacones Lejanos (del detestable Almodóvar) o la oscarizada Belle Epoque.

También hizo una sesión de fotos para interviú muy bonita. Cierto que tiran de Photoshop, pero vamos que las fotos están apetecibles.