Cucu quien soyyyyyy
Tras el parón semanasantil vuelvo con ustedes para cumplir lo prometido: tras la infancia de Heracles vamos a ver algo sobre las famosas doce pruebas.
La esposa de su padre, Hera, se había convertido desde el nacimiento de nuestro héroe en su más terrible enemiga. Furiosa por lo bien que le iban las cosas Hera decidió que Heracles abandonara Tebas y sirviera a su primo el rey Euristeo. Con sus poderes Hera hizo que Heracles se volviera loco y matara a sus hijos; una vez recuperada la composturam Heracles vio horrorizado lo que había hecho y rechazando a su mujer (no sé que culpa tendría la pobre) se fue a compensar lo que había hecho para eliminar el mal que había causado. Su mujer pasó a uno de sus sobrinos (que por la cara triunfó)
Como no sabía muy bien por donde empezar se dirigió a Delfos a consultar el oráculo, este le dijo que se cambiara el nombre y se pusiera Heracles (en honor a Hera), hasta entonces era conocido por Alcides. También le dijo que se pusiera al servicio de su primo Euristeo rey de Argos, este le encargaría doce trabajos y si los completaba se le consideraría divino e inmortal.
Existen otras teorías sobre la realización de los trabajos.
Los trabajos
A continuación exponemos los trabajos que tuvo que realizar y como se las ingenió para realizarlos.
El león de Nemea
En la región de Nemea existía un león con muy mala leche que mataba gente y destrozaba cosechas, su piel era invulnerable a las armas y al fuego. Heracles intenta matar al bicho con sus armas: una clava, una espada regalo de Hermes... como no tenía éxito decidió tapar una de las entradas de la cueva del animal. Se apostó en la otra entrada y cuando salió el felino Heracles le saltó en el lomo y lo estranguló. De regalo y como prueba se quedó con la piel del bicho, siendo así invulnerable. Euristeo se asustó al ver la piel del león (era un poco marica, creo), y le dijo que a partir de entonces dejara en las puertas de la ciudad los trofeos conseguidos.
La Hidra de Lerna
La monstruosa hidra tenía la peculiaridad de que al cortarle una cabeza la regeneraba, Heracles pidió ayuda a su sobrino Yolao que quemaba la carne de los cuellos cercenados para que no pudiera regenerar las múltiples cabezas. Con la sangre envenenó sus flechas. Euristeo no quiso contarle el trabajo porque precisó de ayuda. La hidra tenía 7 cabezas, otros dicen que 9. También lanzaban aliento venenoso.
El jabalí de Erimanto.
Un enorme jabalí terriblemente fiero estaba devastando los bosques de Erimanto y asustando a los vecinos de la zona. Heracles fue a matarlo, la táctica a seguir fue perseguirlo hasta llegar a una zona nevada donde el jabalí no corría tanto, además estaba casi extenuado. Lo cazó por cansino.
La cierva de Cerinia
En esta ocasión el animal que tenía que cazar era un animal sagrado consagrado a Artemisa que no podía tocar con las manos. La cierva en cuestión tenía pezuñas de bronce y era la única que estaba libre, existían otras cuatro pero tiraban del carro de la diosa. Para no tocarla Heracles la persiguió durante un año hasta que llegó a una zona propicia para un disparo. Le disparó una flecha, ató una cadena a la flecha y cargó tirando de la cadena y cargando al animal sobre los hombros hasta Eurispeo.
Los pájaros del lago Estínfalo
En dicho lago existían unas aves chungas que tenían pico y plumas de bronce, Heracles debía limpiar el lago de estos bichos, que se habían convertido en un peligro para la gente debido a su elevado número. Atenea le dio unas castañuelas mágicas fabricadas por Hefesto que ahuyentaron a las aves de su escondrijo en los bosques cercanos. Una vez tuvo a las aves volando les disparó unos certeros flechazos. No las mató a todas, pero las que salieron vivas buscaron otro sitio para vivir.
Los establos de Augías
El rey Augías tenía unos establos muy grandes y muy chulos cuyos animales no enfermaban nunca y cuyos partos eran siempre saludables y buenos. Los establos eran enormes y tenía tantos animales que limpiar los establos era algo monstruoso. El país estaba envuelto en un olor nauseabundo fruto del estiércol de los establos. Heracles como parte de sus tareas debía limpiarlos, pero aprovechando la coyuntura le ofreció al Augías un trato: la décima parte de su ganado por limpiarlo todo. Tras aceptar el rey Heracles rompió las paredes de los establos y desvió el cauce de los ríos Alfeo y Peneo que se llevaron el estiércol. Augías se hizo el loco a la hora de pagar y Heracles le declararía la guerra más adelante (ya te cogeré, ya te cogeré), Euristeo no le quiso contar el trabajo como bueno por intentar sacar tajada del asunto.
El toro de Creta
En Creta existía un toro feroz que arrasaba con todo y lanzaba fuego por la nariz. Heracles debía capturarlo vivo tras luchar a brazo partido y enseñárselo a Euristeo, Heracles se lo ofreció a Hera. La diosa lo rechazó y el animal fue liberado. Más adelante se encontraría con Teseo.
Las yeguas de Diomedes
Diomedes tenía 4 yeguas que Euristeo ansiaba tener. Las yeguas eran muy salvajes y comían carne humana. Heracles hizo que se comieran a su propio dueño y se volvieron tranquis. Las enganchó al carro y las llevó a palacio.
El cinturón de las amazonas
Euristeo quería un cinturón que poseía Hipólita, reina de las amazonas para regalárselo a una de sus hijas. Heracles fue enviado allí y nada más llegar Hipólita quedó prendada de él (suertudo), la reina amazona accedió a darle el cinturón, pero Hera intervino y transformándose en otra amazona produjo un malentendido que hizo Heracles sentirse traicionado y mató a Hipólita (hija de Ares a todo esto), en el camino de vuelta tuvo varias aventuras que no narraremos aquí; hay que decir que esa es una de las versiones de la leyenda, existen muchas más.
El robo de los bueyes de Geríones.
Geríones era un hombre muy grande y muy fuerte, también muy feo. Era un triple hombre, con 3 cabezas, 6 brazos y 3 cuerpos. Heracle recibió el encargo de robarle la manada de bueyes rojos que poseía en la isla de Eritia. El rebaño lo pastoreaba un hijo de Ares y un perro de dos cabezas. Heracles amenazó a Helios para que le prestara su copa. La copa en cuestión la usaba Helios para ir de Oriente a Occidente todos los días, una vez montado en la copa Heracles mató a los chivatos que le estorbaban con sus flechas (incluído Geríones) y cogió los bueyes.
Por el camino de regreso Heracles tuvo muchas aventuras: construyó las famosas columnas de Hércules (en el peñón de Gibraltar y Ceuta), luchó contra monstruos feos, perdió parte del rebaño que volvió a recuperar, evitó que le robaran los bueyes y encontró al rebaño que se dispersó tras el ataque de unos tábanos gigantes que Hera envió al rebaño. Aunque algunos bueyes se perdieron la mayor parte de la manada llegó a Euristeo.
El Cancerbero
El trabajo más difícil era capturar al perro que guarda la puerta del mundo de los muertos. Heracles bajó a los infiernos acompañado de Atenea y Hermes para que no se perdiera por el camino supongo.
Por el camino se cruzaba con las almas de los muertos que huían a su paso, todas excepto dos: Medusa y Meleagro.
Heracles quería pelear con Medusa pero Hermes le convenció para que desistiera ya que sólo era un espíritu y nada podía hacerle ya que él era un ser vivo. Meleagro le contó su historia, Heracles quedó conmovido y le prometió casarse con su hermana.
Seguidamente se encontró prisioneros a Teseo, Pirítoo y Ascáfalo. Liberó a Teseo y Ascáfalo pero no le dejaron llevarse a Pirítoo (ignoro el por qué). Por fin tras alguna andanza más se encontró cara a cara con su tío Hades. Este le permitió llevarse a Cerbero a condición de que lo dominara con sus propias manos, sin armas. Heracles accedió y lo consiguió, llevándose así al perro. Al llevarlo a la tierra Euristeo se asustó muchísimo y le dijo que lo apartara de su vista. Como no podía dejar un monstruo así sobre la tierra (dudo que la perrera se lo pudiera llevar), Heracles devolvió el perro a su tío Hades, ya que al fin y al cabo era suyo.
El jardín de las Hespérides
El último trabajo se las traía también: conseguir las manzanas de oro de un jardín místico cuya localización no conocía. Heracles inició una investigación para saber el paradero del jardín, el trabajo tenía la mala leche de que las susodichas manzanas eran un regalo de boda de Gea a Hera en su boda con Zeus. El árbol de las manzanas doradas lo guardaba un dragón.
Heracles tras divagar mucho consultó a unas ninfas que le dijeron que el dios Nereo le diría el paradero del jardín. El dios se resistió y Heracles empezó a estrangularlo para asfixiarlo, el dios se cambiaba de forma para librarse del abrazo de oso de nuestro héroe, pero no lo consiguió y finalmente le dijo donde estaba el jardín.
Antes de llegar allí pidió permiso a Zeus para ayudar a Prometeo, en agradecimiento Prometeo le aconseja no coger las manzanas del árbol directamente, con sus propias manos.
Al llegar allí Heracles pide ayuda a Atlas que sostenía el peso de la bóveda celeste sobre sus hombros, Atlas accedió y cuando las tuvo propuso a Heracles que por si acaso él mismo llevaría las manzanas, Heracles le dijo que vale, que de acuerdo pero que le sostuviera un momento la bóveda para ponerse un cojín (se le estaría clavando alguna constelación), Atlas que era un Titán y era muy fuerte, pero no era muy listo le hace el favor; Heracles por supuesto cogió las manzanas y salió corriendo de allí.
Estas son más o menos las doce pruebas, faltan algunas cosillas que omití para no hacerlo más largo y también omití algunas leyendas y versiones alternativas de algunas pruebas.
Una curiosidad: En el Atlas de Mercator, el primer Atlas conocido hay una ilustración de Atlas en la cubierta. Desde entonces todos los compendios de mapas se llaman así. Bueno eso tengo entendido, no me hagan mucho caso jejeje