Discazos imprescindibles: Los guardianes de las puertas
Mucha gente se ha preguntado el motivo por el que The Doors y su música siguen perdurando en el recuerdo de la gente que generación tras generación escucha sus discos y se enganchan a la irresistible tentación de abrirse paso hacia el otro lado. Aparte del trabajo de marketing de las discográficas y la comercialización del mito, la obra del cuarteto de California sigue gustando; su estética, su halo de tenebrosa fantasía y su fuerte misticismo sexual hacen de The Doors una banda inmortal que inició en la música una tendencia claramente siniestra frente al rock convencional de la época.
Cuando se habla de The Doors se habla de Jim Morrison, pero insinuar que Morrison estaba solo significa caer en un error peligroso; no lo estaba ni mucho menos. Le acompañaban Bobby Krieger a la guitarra un guitarrista muy eficiente, John Drensmore a la batería con sus ritmos escalofriantes y Ray Manzanek a los teclados que sin duda era el mejor músico de todos; los tres junto a Jim Morrison formaban el engranaje perfecto para que los discos salieran de forma lógica porque... ¿qué hubiera pasado si Morrison hubiera tratado de llevar una carrera en solitario?, resulta difícil de decir a ciencia cierta, pero tal vez esa carrera nunca hubiera podido existir, los devaneos del vocalista probablemente hubieran sido demasiado anárquicos para la industria.
En 1967 aparecía The Doors el primer disco del grupo; once canciones que daban pie a una revolución en el panorama musical del momento, el primer disco de un grupo cuya obra lleva más de treinta años marcando su territorio. The Doors vinieron un día y lo hicieron para quedarse.
Abre el disco Break on Through (To the other side) un salmo noctámbulo con sabor asalvajado, con estridentes acordes de teclado y de escasa duración (apenas 2 minutos medio). Una de las canciones que no pueden faltar en un recopilatorio clásico decente.
Con una base muy blusera empieza a sonar Soul Kitchen, de construcción muy sencilla, cantada a coro con un estribillo cargado de misticismo y sexualidad (como en casi toda la discografía del grupo). La canción la remata Krieger con un solo muy insinuante antes de repetir el estribillo a coro otra vez.
La tercera canción del álbum es The Crystal Ship, a medio camino entre la balada de club de carretera y el jazz suave, compensando en cierta medida las dosis anteriores de sexualidad onírica. Esta es una canción suave que mezcla los teclados misteriosos con la melodía de piano, muy bien interpretada por Manzanek, que arropa a la perfección la voz de Morrison, una canción que evoca tierras extrañas y viajes alucinantes.
En Twentieth Century Fox, como bien indica el nombre, se vuelve a cargar el ambiente de melodías bluseras de contorno caldeado; como ya hicieran en Soul Kitchen, el grupo usa un estribillo muy válido y claro en sus intenciones. Tiene un ritmo extrañamente pegadizo.
Alabama Song (Whisky Bar) es una de las canciones más raras del disco, con un aire pseudo-country, Morrison canta a las whiskerías polvorientas, a las cantinas de carretera de Alabama; esas cantinas con camareras de pose chulesca y pelo años 50 intentando imitar a Doris Day aunque más bien parezcan Olivia Newton-John en la parte final de Grease. La canción tiene un ritmo muy personal y constante con los teclados como verdaderos protagonistas.
Light my fire es uno de los éxitos más importantes del grupo, una obra de teatro psicodélica y cargada de LSD en la que la fuerte personalidad escénica de Morrison inundaba los directos hasta extasiar a la audiencia.
BackDoor Man es una canción brillante, oscura y escalofriante. Una melodía cíclica y obsesiva, adornada por la voz de Morrison, cada vez más inquietante. Es un ejemplo perfecto de la brillantez de Las Puertas, un viaje por templos oscuros y continentes petrificados. Para mí este tema es un tema infravalorado.
En I looked at you The Doors vuelven a proponer un tema más movido y festivo que desprende un aura especial durante todo su recorrido, nunca cae en la algarabía a pesar de ser una canción de corte alegre. Sensacional.
End of the Night es un tema de corte intimista con reticencias nocturnas, es una canción lánguida en la que destaca su pulcritud, la voz de Jim se vuelve hipnótica y la atmósfera muy relajante y enigmática.
Take it as it Comes vuelve a mezclar rock and roll con toques psicodélicos, es una canción muy redonda con una cierta tendencia casi punkarra en el estribillo, (me remito a la versión de The Ramones en su disco Mondo Bizarro). En cuanto a la letra sólo puedo decir que es fantástica:
Tiempo de vivir, tiempo de mentir / tiempo de reír, tiempo de morir
una gran canción, preámbulo del gran final del álbum.
The End tal vez sea la canción más representativa del grupo, una oración apocalíptica y mágica, un remolino de arena dorada, más de diez minutos de trance arcano, un sortilegio somnoliento... La canción trata muchos temas, entre ellos el complejo de Edipo (en el disco no está la versión que Morrison hacía en sus directos, la censura es patente), pero ha perdurado a través de los años, en esta canción es donde se destapa Jim como poeta de forma definitiva, eso y su sentido de la escena hicieron el resto; definitivamente The End es una de las mejores canciones de la historia de la música contemporánea, eso es indiscutible.
Escuchar este disco es una experiencia singular y mística, un viaje al otro lado del que te cuesta volver, es por eso que pasados más de treinta años de la publicación de The Doors la figura de Morrison sea parte de la iconografía de occidente, de la América que nos quieren vender y que él rechazaba.
Pese a que la leyenda pueda a veces superar lo tangible, lo cierto es que los discos de The Doors son un desafío a la imaginación, ¿aceptas el reto?, yo desde luego que sí.
7 Comments:
Bueno yo nunca he prestado tanta atención a los Doors, pero todos me dicen que están muy bien, cuando tenga la oportunidad los oiré.
Por cierto escribes muy bien. Besos.
Llevo más de media hora leyendo su post, doctor. Me he sentado, relajadamente, después de cenar y al ver el contenido del texto me he puesto el disco comentado y he ido siguiendo cada canción con sus comentarios. Y coincido en todo lo dicho. Enormes. Geniales.
Y su post resulta totalmente persuasor para cualquiera que nos los conozca.
P.D. Repase los nombres (Manzarek, Densmore)
Muchísimas gracias scari, gracias por sus asiduos y valiosos comentarios.
Upss tiene razón estos dedos míos me traicionan a la hora de escribir (la mecanografía nunca fue lo mío)
Saludos y felicite a Gamera si la ve por su 40 cumplaños ;)
Ah otra cosa más, me he tomado la libertad de linkar su web, está muy bien construída y está llena de grandes conocimientos inútiles, esos que tanto nos gustan y que tanta falta nos hacen.
Muchas gracias por el link, doctor, pero debo decirle que yo no soy Daikaiju. Yo soy co-creador de La Bicha y Plus Ultra, personajes publicados en Daikaiju. Tampoco tienen nada que ver con Gamera, aparte de la semejanza del caparazón.
Puede parecer un poco lioso, pero es que tampoco me he dedicado aún a darle mucho bombo a los personajes porque el proyecto aún está en desarrollo. Sólo han salido 12 páginas en el número 4 de Daikaiju, pero hay en preparación más historias y una película.
Iré avisando en cuanto haya más material.
viva el rockkk!!!! amo todos los grupos de verdad y con 17 años eso es dificil me encantan los doors los ramones sex pistols nirvana the clash el gran jimi hendrix led zepelin acdc entre otros del punk y el rock español rock rules... los rokeros jamas moriran pk abra gnt como nosotros para recordarlos
Dr. Benway, llevo casi 6 horas sin poder despegarme de su blog, en realidad lo he descubierto por accidente y he quedado facinada pues pocas veces me he encontrado con paginas con un contenido verdaderamente seductor a quedarse leyendo el resto del día, gracias por sus historias, me gustaría saber más de usted y por supuesto que ya esta en mis favoritos... continuaré leyendolo. saludos desde México!!!
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